El martillo de reflejos es en la actualidad un instrumento imprescindible para la realización de una completa exploración neurológica y el establecimiento de un diagnóstico clínico. El martillo de reflejos nos permite explorar los reflejos bicipital, tricipital, cúbito-pronador, estilo-radial, el rotuliano y el Aquileo. El reflejo nos pone de manifiesto la integridad o no de las fibras nerviosas correspondientes a una determinada zona. Nos puede mostrar la normalidad de la respuesta o la ausencia de ella. Una respuesta exagerada o una respuesta pendular.
Puede personalizarlo mediante grabado láser ¡¡¡¡
Exploraciones más comunes:
Para reflejos tendinosos profundos: El profesional golpea suavemente un tendón específico con el martillo para provocar un movimiento muscular involuntario.
Reflejo rotuliano: Se golpea el tendón debajo de la rótula para observar si la pierna se contrae.
Reflejo bicipital: Se percute en el tendón del bíceps con el codo semiflexionado.
Reflejo tricipital: Se golpea el tendón del tríceps con el brazo extendido.
Para reflejos superficiales: También se puede usar el martillo para estimular la piel y evaluar la sensibilidad.
Reflejo plantar: Se acaricia la planta del pie para ver si los dedos se flexionan (reflejo normal).
Para reflejos patológicos: El médico puede golpear la uña del dedo medio o estimular la planta del pie para provocar ciertos reflejos anormales.
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